Nuevo México pierde un dialecto que no se habla en ningún otro lugar del mundo
The New York Times
QUESTA, Nuevo México — Cuando los viejos parroquianos se reúnen en el café de Cynthia Rael-Vigil, en Questa, Nuevo México, una localidad enclavada en las montañas Sangre de Cristo, beben lattes y limonada de lavanda mientras chismean en español.
Si un visitante de Madrid o Ciudad de México estuviese sentado en la mesa contigua tendría dificultad para comprender su extraño dialecto. Pero los hispanohablantes de hace cuatro siglos habrían reconocido las conjugaciones verbales inusuales, aunque tal vez no las pronunciaciones poco ortodoxas ni las palabras con origen en el inglés y las lenguas indígenas norteamericanas.